NEKRO

Me puse de pie como herido por un rayo. Me froté los ojos. Un extraordinario ser que me miraba gravemente, aunque mi dibujo, ciertamente es menos encantador. Y ahora bien,  no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo. No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Cuando logré, por fin, articular palabra, le dije:

Pero… ¿Qué haces tú por aquí?

CARLOS “NEKRO” RODRIGUEZ en exclusivo con SUBTERRANEO.

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CAMPANA

UNA CALMA QUE LO AGITA.

Y yo que sé, mirá, para entrar a Campana  hay una cosa como un censor de metal, que derrota… es heavy viste, vos tenés que pasar por ahí. Entonces hay algo que siempre investigo, esa cosa, últimamente trato de no entrar por ahí, para no tener ese censor, a ver si me hace algo viste. Muy buen lugar para hacer skate. Y bueno, yo ahora estoy metido en una, filmando, haciendo una película documental sobre un grupo de arte que existía a principios de los 70´ hasta el 75´, de jóvenes iracundos, bandas de rock que filmaban, sacaban fotos, hacían cafeteras. En Campana estuvo la primera peluquería que usó el término UNISEX en Argentina, fue el primer lugar donde se tiñó pelo a los hombres, en los 60´. Luego se retomó en los 90´ con alguien de ese grupo que me teñía el pelo a mí, que era la víctima de Drácula que trabaja en la película Drácula, filmada en Campana en el 72’, esa película la descubro hace ocho años, la procesé y le hicimos la música con Zurita, un Dj de Buenos Aires. El Documental se presentó en el festival de cine de Mar del Plata y ahora estamos abriendo la caja de Pandora que había detrás de todo eso. Se llama “Qué clase de joven le abre la puerta a un vampiro”, estamos atrás de toda la historia, lo que sucedió en esa ciudad, y sucedió bastante. Un lugar interesante, industrial, muy aburrido y por ende como dice la canción de Boom Boom Kid “y si no hay nada tenés que inventar”. Entonces la hace muy bonita en ese sentido, a la nada, tenés que hacerlo.  Muy lindo para andar en patineta, muchas colinas, linda para investigar, en el sentido que iba ser capital de Buenos Aires, pierde con La Plata. Es una ciudad con algunos orígenes masónicos por eso en Campana hay muchas diagonales. Esta la C de la masonería, el Rotari.  Pero no lo hace interesante eso, lo que sí es que pudieron pavimentar y eso fue lo que hizo que fuera una ciudad diferente, si te gustaba andar en skate había olas de concreto.

Nunca me consideré un artista, escribir escribí, mi madre también, ellos escuchaban música. Mi mamá era maestra rural, entonces tenía un mimeógrafo de gelatina. Justamente ayer me encontré en La Falda (La Falda Rock) a un pibe de Campana que no veía hace muchos años, le contaba a los chicos que lo primero que yo empecé a publicar fueron manifiestos sobre el maltrato animal. Tuve un desencuentro con Greenpeace en ese momento, ya me había llamado la atención de pequeño un programa de televisión bancado por Greenpeace, se llamaba “Brigitte Bardot S.O.S” y me encantaba como personaje, me gustaba su voz, en mi casa estaba el disco, tenía una adoración. Incluso más porque adoraba los animales. En eso me entero de Greenpeace, entonces yo me fui a Greenpeace, me escapé, me tomé el tren que me dejó cerca de Retiro, la dirección me llevó al lado del SIDE, cuando llego a casa mi padre me dice ¿A dónde fuiste? No… a otro lugar, le respondí. Le dije que quería ser activista, dar mi vida por los animales,  viajar en barco y salvar las ballenas. Obviamente me mandaron a responder cartas. Triste por todo eso decidí tomar mi camino y hacer una organización propia con mis amigos, locos y delirantes, nos llamábamos “Green Violence”.

Si yo hacía un acto, yo que sé, poner pegamento en la cerradura de donde se vendían animales, en los circos, poner batatas en los caños de escape de los camiones, conocimientos que había leído, libros que leía mi padre que estaba interesado por lo esotérico,  los ovnis, no era Monto… pero andaba en cosas, por suerte. La cosa es que me encuentro justamente con este pibe y me hizo recordar que las primeras cosas que yo escribía, las escribía y como no podía fotocopiar y tampoco tenía plata, utilizaba lo que había en casa, y lo que había en mi casa era eso, una gelatina que si yo escribía en un papel y la ponía sobre eso, se grababa, así empecé a manifestar mi cosas, hacia mis panfletos. Eso me hizo conectar con cierta gente que estaban tratando de boicotear las actividades de la Central Nuclear Atucha. En ese momento yo era un adolescente perdido para mis padres, me hicieron trabajar en una casa de repuestos de autos, no entendía nada pero bue, lo hice, jaja, aprendí muy rápidamente. En ese momento conecté con mucha gente,  ecologistas… Yo vivía en Once, ya había escrito para un programa de radio que se llamaba “Cuero Pesado”, pasaban temas de bandas que no se conseguían en las desquerías de Campana.

Yo ya era un joven, niño metalero. Había una revista horrenda que se llama “Metal”, que lo único que hacía era tirar para abajo cualquier cosa, la banda más pesada que yo había escuchado para entonces era Judas Priest, era lo máximo y decían que la banda era careta porque habían grabado un disco en Ibiza y producido en el estudio de Julio Iglesias. A mi Julio Iglesias me encantaba, yo tenía un dilema, dije “Uh, que bueno, se juntó la música de mi vieja con mi música”, esta revista que tenía como que, bueno, de repente era lo único que me bajaba alguna línea de algo, me pareció una puta mierda. A todo esto me entero de una banda que se llamaba Metallica, después Venom, Slayer, Mercyful Fate, entonces dije ¿Dónde voy a conseguir eso? hablan de una desquería que yo no pude anotar muy bien, era Radio Nacional, ahí derivo con una disquería que era tremenda, tenían una cantidad de discos impresionante, todos en cassette. Yo tenía una plata que con lo que me compraba un disco en Campana me compraba 20 cassettes de música underground. Me llevé todo, y un fanzine que se llamaba “Metallica” y otro que se llamaba “Rebelión Rock”. Eso me hizo ir caminando hasta este lugar de Once que tenía que ir que se llamaba El Vegetariano, me hice amigo de esa persona que trabajaba ahí, me explicó como tenía que ir caminando hasta Parque Centenario. Llegué hasta el puesto del Negro Alacrán y ahí explotó, compré fanzine Resistencia. Yo ya venía con mi idea de vegetarianismo porque me gustaban mucho los animales y ya no quería comer carne. Me gustaba mucho el pollo y mi pollo fue un día al plato de mi mesa. Pregunté dónde estaba el pollo y me dijeron que lo había matado un perro,  pero estaba ahí, una historia.

Empecé a ser un ermitaño, no salía los fines de semana cuando no había conciertos que me enteraba, que me escapaba, y escribía muchas cartas, tenía mucha correspondencia, de hecho era tanto lo que recibía que en el correo… ya era democracia pero les llamaba mucho la atención, estaba todo a mí nombre y era muy pequeño, me abrían las cartas.  Recibía fanzines de Perú, Eslovenia, Canadá, fanzines de Homocore, ¿me entendés? agarrabas y era un chabón con una japi cogiendose otro y mi viejo ¿Qué es esta puta mierda man?, o cassettes de música underground. Yo ahí me empecé a escribir con otra gente que hacía fanzines que luego fueron mis productores fuera del país.

Así comencé a formar parte de la escena underground, que estaba muy triste, muy pobre ya. Cuando salió Invasión 88 a mi eso jamás me representó, jamás me representó eso. Me representó sí lo que hizo Cadáveres de Niños que fue la banda que no quiso estar ahí porque ya estaba Comando Suicida, que era una banda que estaba bajando una línea Nacional Socialista y una cosa que no tenía nada que ver con lo que para mí era el punk-rock.

La escena mía la tuve que crear, la compartía con mis amigos, con mis compañeros de barrio, amigos de charlas, música pesada. Y así se fue armando un grupo. Yo entré a la banda porque curtíamos la misma. Nos encantaba V8 pero se había deformado y vuelto a nacer y no teníamos mucho para ir  a ver, un referente nacional, local. Clarín no te iba a decir.

PRIMERA CANCION

EL UMBRAL DEL PIBE PUNK 

Una onomatopeya, “tum bara dum dum dum”, una cosa así, mezclado con algún tono tanguero. La cantaba dando vueltas con el cartel de la calle donde yo vivía en Campana, como un mantra. Luego también mi madre cuando yo andaba medio loco me dejaba poner a todo dar el tocadiscos, y que yo saltara arriba de la cama y hacía mi movida. Así forjé mi tono de voz, ya no tan alto ahora pero en su momento fue, y hacía esa. Micrófono no tuve hasta el año ´95, no ensayábamos con micrófono ni teníamos equipo de bajo. Micrófono en vivo, de hecho mi primer micrófono lo agarré y no sabía ni como enchufarlo, un Shure. Un día va a tocar a Campana Don Cornelio y la Zona y justo antes del concierto se disuelve la banda, se disolvió antes de tocar. Estaba fichada la banda. No fue a tocar, se armó una tremenda bataola, y unos locos de la hinchada de Villa Dálmine ya sabían que yo andaba cantando, se arma un revuelo, terminamos en el bar toda la tribu, todos los locos, viene uno y me dice: che Carlitos, vos cantas ¿No? Sí, le digo, ¿Viste el quilombo que se armó? Los muchachos se afanaron este micrófono ¿Te sirve? Sí, le digo, pero no sabía ni cómo se enchufaba.  Después lo terminé publicando en segunda mano. Y no sé, creo que lo perdí.

Tengo mi primer cuaderno de canciones, lo conservo. Hice como unas melodías medio así, viste que de vez en cuando, no lo voy a decir, las considero como palabras que mueven ciertas cosas, las utilizo en cierto momento cuando lo necesito. Mi primera canción fue un tango, en cierta manera, no sé por qué lo hice. Mi bisabuelo era promotor de tango, trabajaba para un club en Zárate, donde yo nací hay mucho Tango. Se escuchaba en casa, pero también jazz y rock n’ roll.  Nunca me lo pregunté, porque cuando escribo una canción no me importa que estilo es, bueno, te habrás dado cuenta que mi primer cassette que grabé tiene una balada silbada. Pero sí, conservo todo lo que escribí, dibujos, dibujos hasta de fútbol, jugué de muy pequeño pero nunca me interesó, pero sí dibujaba.

LA FONOLA

EL DESPERTAR DE UN REFUGIO ATOMICO

Cuando era pendejo en Campana, qué pasa, no sé cómo será ahora, en algún momento era como que terminabas la primaria… ¿Luego la secundara, no? y después ¿Empezaba qué? … la vida. Entonces en ese momento yo venía con mi banda de rock. Perdí varios soldados, era una cosa que empecé a quedarme solo, algunos a la universidad y otros empezar a trabajar, y yo siempre defendí mi cosa y si bien había democracia también había mano dura.

Zárate no es muy buena para andar en patineta, tampoco había skateparks,  entonces yo iba a andar a las tres de la tarde, solo, hinchaba las pelotas a todo el mundo, a las madres de mis amigos que no me querían ver porque yo era una cosa que llevaba para un lugar que no querían.   Entonces yo que hice: fui al cementerio. Había como unas rampitas, me quedaba, y pasé mucho tiempo y estaba buenísimo. Tuve muy buenos momentos, ahí empezó la onda con los cementerios, aparte que ya me gustaba el arte de Giger, no porque yo sabía quien era Giger, pero si por Celtic Frost, Dead Kennedys (El Paisaje de los Penes), etc., que tenía que ver con un montón de artistas que fui descubriendo muy underground que ahora son grandes por las tapas de los discos, los artistas que yo escuchaba contrataban artistas para hacer sus tapas,  me empezó a gustar el arte.  Desde el disco de Iron Maiden para acá. Y también la arquitectura, me gustaban mucho las tumbas, y viste, ya a finales de los ´80 empezaba la destrucción y la vulgaridad, entonces encontraba muy intacto los cementerios, sin saber lo que era gótico, y tenía yo un pariente que se llama Espirito que de hecho varias tumbas de La Chacarita están hechas por el. Mi mamá me preguntaba, porque se preocupaba, ¿Dónde fuiste? y sí, estuve ahí. Ese respeto por ir, estar piola, romper las pelotas.

Después me fui a Buenos Aires. No es un lugar donde hay mucho verde, ahora donde hay verde también hay rejas. Entonces en La Chacarita, comenzando desde el panteón de los boxeadores hasta para allá atrás donde están todos los limones hay un montón de verde y ahí me quedaba, estoy ahí. Quizás yo porque extraño lo verde, cuando era chiquito tenía el campo al lado. Es mi búsqueda de verde y tranquilidad.    

Siempre ando buscando discos con la moto, en bicicleta y con el tocadiscos, uso portátiles para escuchar, para conocer música. El primer disco que le pinché con la fonola a Carlos Gardel fue uno de Walter Wanderley.

"Siento que tengo que salir, sale ritmo, el ritmo cura y te hace mover y quien canta y baila… quien canta y baila, y quien viva penado"
— Carlos "Nekro" Rodriguez.

PRESENTE

EL DISCO DEL OTOÑO

Ya sacamos un single que se llama Rosas Rotas, salió digital, estamos grabando en el estudio de Dee Dee Ramone ahí en Marmol con Marcelo Belén, baterista de El Lado Salvaje, Visitantes. El me grabó el single de Fun People  Desarme, tenemos una gran relación y una movida con él muy buena, estamos haciéndolo. Esta semana retomamos la mezcla, ya está todo grabado y va a salir en mayo. Después viene Invierno, Primavera y Verano, las cuatro estaciones de Boom Boom Kid, 15 canciones cada disco, grabamos 18 para este, vamos a sacar muy pocos cds, seguramente en vinilo y digital, apostamos al formato digital a full, lo del cassette no sé, me parece muy caro y no es como afuera, afuera grabar en cassettes es mucho más barato.

EL VIENTO ES MI FORJADOR DE IDEAS

Más que nada el viaje te limpia de cosas y te da, viste… el viento es mi forjador de ideas,  y despojador. Me lleva a tal lado y siempre voy cada día más despojado y más libre, y ahí la vas llevando, vas llevando especias, que hacen a tu ser más… más especiado, jajaja… y no tan pacato.

VOLVER QUE EL RITMO CURA

La buena y el deber, el deber quizás de tratar de revertir una situación, yo que sé, nosotros como banda, Boom Boom Kid y Fun People siempre tuvimos ediciones por todos lados y podíamos estar en otros lados pero siempre me interesó mucho la aventura y el riesgo  y el camino no pavimentado,  entonces eso me llevó capaz a que si conozco un lugar volver con la locura de que estaba haciendo algo, capaz que soy un loco reventado mal y estoy como viste… “branca branca branca, leon leon león”. Tengo la idea, la defiendo, y con esa voy a morir, pero en ese camino me junté con un montón de locos y somos algo y estamos en esa, en un viaje lindo y bonito. Tengo amigos, tengo familia, y la hago cada vez más grande por todos lados, como acá, Córdoba. Siento que tengo que salir, sale ritmo, el ritmo cura y te hace mover y quien canta y baila… quien canta y baila, y quien viva penado.

AL ESCENARIO

ABRIENDO LA JAULA

Me dejo ser, cosas que hacen bien a la mente, nunca se sabe que va pasar en vivo, eso esta bueno, se transpira y se limpia el alma. Mata por eso, todo es música, hasta el que me esta puteando, prefiero que me putee a mí antes que le dé al hijo porque salió una materia mal o que se vayan a los ñoquis con la mujer por qué no sé… prefiero que me grite a mí que soy un don nadie y que vuelva a su casa cebado. Si cumplo esa función no importa, yo estoy acá. No sé por qué me van a ver, no lo entiendo. Está todo ahí, por algo está, tengo que hacer mi concierto.  Tengo lo que tengo y hago lo que hago, y bueno, yo me expuse a eso.

Hay riesgos, trabas, pero tampoco es mucho, no es la pérdida de un amigo, tengo pies, puedo hablar, tengo ojos, te puedo tocar, puedo sentir, estoy sintiendo, estoy generando algo, estoy generando una bronca,  entonces es como la Milonga del payador Perseguido… si alguien no le gusta lo que estoy haciendo, al menos estoy generando una chispa, en un mundo tan parco y frío que hay gente que parece que le metes una aguja en el cuello y no siente nada, porque tiene que ir por el cobre. Viste, ta bueno, paso algo, listo. Un acto sincero de la persona, cada uno hace lo que puede… ¡Eh, callate pelotudo! y bueno, por lo menos me escuchó. Ya sé en qué vereda estás, buenísimo.

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Introducción por Marcio Parks
Entrevista por Marcio Parks y Juan Cruz Molas y Molas
Fotografías editoriales por Juan Cruz Molas y Molas
Fotos mosaico y pogo por Agustín Cervai

IG / Facebook / Bandcamp / Youtube

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SUBTERRANEO

¡Gracias a Cande Rock Producciones por el aguante!
Y gracias a Santi Molas y Molas por todo, ¡Esto no hubiera sido posible sin vos tampoco! El más groso.