DAMIÁN TORRES

Un resplandor le marca el camino, una luna azul define una fuente cristalina, una música que perdura, los años tristes, la realidad y el paso del tiempo. Es verdad que no hemos podido clasificar los sueños, ni encontrar el origen de tantas ilusiones trucadas, pero ciertamente pudimos descubrir los anhelos que nuestros abuelos imaginaban, y el presente que nos dejaron, la música de fondo y una ciudad ausente.

DAMIÁN TORRES en exclusivo con SUBTERRANEO.


Los primeros bandoneones entran al tango finalizada la primera década del siglo xx.

Estoy teniendo un problema con esto (parte interna de madera del bandoneón) desde esta mañana, odio la luthería, pero como te decía; el tema de la pilcha ¿una camisarda va bien no? (para el video que filmaríamos después de la entrevista).

Este bandoneón que tengo acá es Alemán, es un AA, creado en una fábrica en la ciudad de Carlsfeld, pero hay dos o tres fabricantes dando vuelta por el Río de la Plata, yo incluso estoy en la lista de espera de uno que seguro este año me lo terminan, están haciendo unos instrumentos maravillosos. Este por ejemplo es anterior a La Segunda Guerra Mundial, cuando inició el conflicto esta fábrica comenzó a hacer armamento, entonces dejan de hacer bandoneones, después retomaron, pero los mejores son los de esa época, década del 30. Y acá, durante un tiempo se hicieron cosas y no funcionaron demasiado. Ahora está Baltasar Estol, que es el que me está haciendo el instrumento a mí. Damián Guttlein es un tipo que afinaba y ahora esta haciendo bandoneones, hay unos videos de Néstor Marconi probando uno, queda enloquecido. Hay otro de apellido Fischer.

Este es alemán, el porqué de inventar este instrumento fue para reemplazar otro que se llamaba “Armonio”, es como un teclado pero que tiene un mecanismo que funciona con aire, tiene un pedal abajo que hace accionar los fuelles. Por una cuestión de que no se podía llevar cargando un Armonio a las proseciones religiosas, inventan el Bandoneón. Fijate que en Alemania existen las orquestas de bandoneones, es algo litúrgico. El tema es cuando llega acá, los primeros fueron estos, como te digo, pero básicamente son todos los mismos. Y sucedió eso que se convirtió en el instrumento del Tango, si bien no es el que da origen, los primeros fueron la guitarra, flauta, clarinete, violín, entre otros; el piano también, entra en 1913 si no me equivoco, grupos reducidos, tríos, cuartetos, músicos muy intuitivos, no existían arregladores. Incluso el bandoneón no solamente queda como parte del Tango sino que también intercede sobre nuestra música folklórica, chacarera, chamame, zamba; es maravilloso realmente lo que pasó y sigue pasando con este instrumento. En el cuarteto por ejemplo, recuerdo ahora a Osvaldo Corazón Gaitán, una leyenda, él usaba un bandoneón.

En principio no creo que haya un tango característico de Córdoba. Si hay gente de Córdoba que hace Tango, y es muy distinto. El Tango es del Río de la Plata y después es argentino, el tango nace en el puerto, Buenos Aires. Rosario por ejemplo ha sido una cuna de grandes artistas de Tango, otros que eran del interior que se radicaron en la Capital, pero fue ahí donde sucedió y donde se pudo afirmar este género. De Córdoba, recuerdo ahora, Ciriaco Ortiz, emblemático; un bandoneonísta que incluso inventó una manera de tocar que después la prosiguió Aníbal Troilo, el fraseo, la manera de adornar con melodía.

¿Ustedes hablan del Cabaret? jaja.  Esas cosas se fueron perdiendo, no tanto como escuchar Tango, sí de forma masiva. El cafetín dentro de todo es una cuestión que los argentinos llevamos muy adentro, pero en la ciudad de Córdoba por ejemplo y respondiendo a su pregunta, no hay un reducto tanguero, en algún momento seguramente lo hubo. Hay cosas que se disuelven sin darnos cuenta, hoy necesitamos algunos lugares así. Ahora el Teatro del Libertador General San Martín cuenta con una orquesta provincial, un organismo que cultiva ciertamente en todo sentido, está el aula magna de la Facultad de Ciencias Exactas, Cocina de Cultura. Pero no flota en el aire como antes. Yo creo que sigue siendo popular el Tango, pero no masivo, brilla por lo que fue y hoy podemos escucharlo ya sin la ayuda de los medios, ni la publicidad y recordar a nuestros abuelos y padres, nuestra casa de pequeños jardines floreados y la señora de la esquina que sale a media mañana a tomar el sol que aliviana el frío y la pequeña bruma y los cristales. Fue la música de fondo de una época maravillosa y de un país y una ciudad como Buenos Aires que abría las puertas de América al mundo. Le pasa lo mismo a grandes géneros como el Jazz, las escalas son diferentes pero los tipos no laburan como laburaban en la epoca de Milles Davis, Sonny Rollins o Chet Baker.

"Crear un estilo que te remita a los grandes y que tenga vida propia es jodido viejo, pero es el desafío. La vida son todos grises"
— Damián Torres

A mí personalmente, de los proyectos de fusión, ejemplo tango electrónico; el primer disco de Gotan Project me gusto, me parece muy bueno, lo otro la verdad que me parece que no le aporta, ni la electrónica al tango, ni el tango a la electrónica, algunos decían que era una forma de acercar el tango a los jóvenes, no pasa por ahí, si yo te regalo una calculadora ¿te vas a acercar a las ciencias económicas? entonces por ese lado no creo que se haga demasiado, algo nuevo puede ser, algo bueno no estoy muy seguro. Ahora por el otro lado yo te puedo nombrar a tipos como Ramiro Gallo, Andrés Linetzky, Diego Schissi, Juan Pablo Navarro, los hermanos Greco; siguen una línea que tiene que ver con la tradición que dejaron los grandes, pero ya con sus propias voces, es lo que de alguna manera me pasa a mí, está ese perfume desgarrador, te remite a los que es, un músico de tango debe manejar esos conceptos y mostrar en el tapete para que se siga llamando tango, es una búsqueda que no merece ser encasillada. Es buscar la belleza, y en ese proceso nos permitimos experimentar y reformarnos.

Anibal Trilo, Alfredo Gobbi o el mismo Astor Piazzolla, tipos que crearon una cosa maravillosa, y eso que Astor fue criticado, las cuestiones del “nuevo tango” y sin embargo ese perfume sensible esta todo el tiempo. Crear un estilo que te remita a los grandes y que tenga vida propia es jodido viejo, pero es el desafío. La vida son todos grises.

Lo más groso, aparte de la cuestión musical, lo que me quedó de haber trabajado con dos grandes como Rubén Juáres y Domingo Federico; Domingo tenía 83 años cuando yo comencé a estudiar con él, y al toque pasé a formar parte de su orquesta, tenìa una vitalidad el viejo, yo tenía veinte años, era increíble. Recuerdo nos fuimos de gira por Europa, y el tipo cada concierto que terminaba la gente le pedía repetir temas, se hacía dos o tres solos de bandoneón para la gente, y subía al colectivo y rompía las bolas como un pendejo, ¡eh, muchachos! Entonces esa vitalidad para estar enamorado de la vida, y tocar el bandoneón con el alma, lo mismo que tenía Juárez, tipos que te enseñaban a dejar todo, a ser Gardel arriba del escenario.

​Mi viejo no era un contrabajista profesional, pero era un tipo que le gustó siempre la música, aparte de tocar la guitarra y componer, escribió muchas canciones, hemos escrito algunas cosas juntos. Un autodidacta, pintor, director de teatro, escritor, hasta fue parte de los primeros fundadores de Bomberos Voluntarios del pueblo, un tipo imparable. Y la música estaba todo el tiempo. Recuerdo la inyección inconciente que me introdujo al tango, fui a verlo cuando era muy chico, tocaba un bandoneonísta y se me reflejaba la imagen de Piazzolla, esas cosas que van creando el cimiento, son simples momentos, quizás minutos.

La poesía tanguera, o los grandes poetas, se inspiraban básicamente en la metafísica del hombre, la cuestión existencial, o sea, el desamor, la imagen del tipo frente a la vida, frente a Dios; es el caso de Enrique Santos Discépolo cuando habla muchas veces de la desesperanza. Homero Manzi, Cátulo Castillo, Homero Expósito, Enrique Cadícamo, poetas de nuestro cancionero popular, y la poesía tanguera es un reflejo de todo ese caos que emerge de los barcos. Está muy marcada la figura del poeta.   

​Amor a primera vista, tremendo, el sonido del bandoneón es un alimento cósmico. Recuerdo estar tocando una distorsión al palo a miles de vatios, y hoy verme tocando esta música que nada que ver, es una forma de hacer un auto reconocimiento.    

​Cuando estuve en Londres, viví casi un año, allá no existe el… ‘¿che, vamo’ a tomar un feca?’ somos otro tipo de gente. En Francia es distinto, tenía un amigo argelino, que tenía un bar en Niza, nos juntábamos siempre. En Rosario cultivé más la cultura del bar, le decíamos la oficina, salíamos de los ensayos, y ahí estaba Domingo Federico.

​Los medios y sobretodo la televisión son los que se encargan de descontextualizar la cultura, el tango no es para viejos, si no saben lo que van a escuchar, lo que van a escuchar se llama Música, y la música no es que la hay para viejos y jóvenes, María Elena Walsh por ejemplo, una obra universal, sin encasillamientos. Manuelita la tortuga, es una obra fantástica.

El tango es un chamullo, un fraseo atorrante, es un gol sobre la hora. La manera de bailarlo y todo eso. Está esa profundidad que libera la máscara de los prejuicios. Las letras cuentan una historia, son operas en tres minutos. En casa escucho de todo, hay días que trabajo con algunos arreglos y pongo alguna orquesta para trabajar el oído, y hay veces que digo ya fue tengo los huevos inflados y pongo Slipknot al recontra palo. Vivaldi. La música es una sola.

Yo sé dónde estoy, hasta donde llego, donde quiero ir y lo que no soy, pero cuando alguien me dice que lo conmoví… ahí me doy por pagado, como decía el Nego Fontanarrosa. Es el mejor reconocimiento, no hay fama.

Córdoba es la gente, no sus autoridades. Los artistas independientes que hacen un esfuerzo tremendo, la reman la mayoría de por vida, una ciudad con un nivel artístico altísimo, lamentablemente los que deberían encargarse desde los lugares oficiales del Estado, ahí hacen agua, hacen agua… cuando tenés gobernantes que ven a la cultura como algo meramente industrial, y bueno.


Entrevista por Marcio Parks

Fotografía editorial y video por Juan Cruz Molas y Molas

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