KEVIN ENIS

Necesitás una mentalidad fuerte para patinar, lo mismo se aplica a la fotografía. Tenés que esforzarte cada vez más, necesitás práctica, paciencia y seguir moviéndote, esa es la única forma de mejorar. No hay atajos. A veces podés sentirte deprimido, pero si seguÍs intentándolo eventualmente lo lograrás. No hay mejor maestro que golpearte tu cara contra la pared.

Kevin Enis habló con Subterráneo sobre sus raíces, el skate, su fotografía y su contribución a los demás. Es uno de esos fotógrafos que sigue yendo hacia adelante; su fotografía recuerda a los clásicos, pero con un toque de perfección contemporánea. Se las arregla para capturar imágenes atemporales con ese hermoso sentimiento, ese contraste que solo vive en las grandes ciudades.


¿De qué forma la gran ciudad afecta a tu experiencia de vida? ¿Al día a día? ¿Y de qué manera esa experiencia afecta a tu mirada?

Buenos Aires tiene un ritmo bastante intenso, pero me gusta y me incita a estar el mayor tiempo posible en la calle, produciendo. Encuentro que es una gran ciudad, donde siempre hay infinidades de alternativas tanto para sacar fotos como para patinar.

En cuanto a la mirada y la forma de trabajar me aportó mucha velocidad a la hora de fotografiar. En la mayoría de los casos somos echados de los spots, razón por la cual hay que ser rápido: armar tu equipo, diseñar la luz, escoger el ángulo y disparar en cuestión de minutos. Creo que esa condición se incorporó a mi mirada, e intento capturar siempre el dinamismo y la velocidad en mis fotografías.

El estar en la calle constantemente también te conecta con la cruda realidad que hay en nuestras grandes urbes. Y personalmente creo que esto afectó mi mirada hacia la búsqueda de otros campos de la fotografía con una visión más social.

Tomas Scicchitano
Tomas Scicchitano – Brooklyn Banks NYC

¿Cómo fue tu experiencia de fotografiar Nueva York?

La verdad fue increíble, hoy en día miro las fotos de NY y no me reconozco como autor de esas imágenes. Tuve la suerte de estar dos meses con amigos, paramos en Crown Heights Brooklyn, era como estar viviendo en una película de Spike Lee. De ahí nos movíamos para todos lados en subte y cada día era volver a casa llenos de imágenes muy poderosas, tanto en la cámara como en la cabeza.

Fue bueno poder recorrer la ciudad con el plan de patinar, ya que nos metimos en lugares en los que no hubiera tenido chance yendo de turista. Patinamos en barrios con fama de ser peligrosos, lo cierto es que siempre había muy buena onda con los vecinos, de hecho, fueron las personas de esos barrios las que más se abrieron a que los retrate.

La luz natural cambia dependiendo de la ciudad en la que estás, ¿Cómo sentís que esto incide a la hora de salir a componer?

Exactamente eso es lo que descubrí viajando, es el mismo sol pero de acuerdo a la posición geográfica de la ciudad, la contaminación del aire y las estructuras que te rodean la luz cambia rotundamente. Por ejemplo Nueva York tiene una luz natural muy particular; creo que es en parte por la altura, las texturas, los colores que tienen sus edificios, y cómo rebota la luz en ellos generando una atmósfera muy característica.

Brooklyn – NYC

Es interesante dejarse llevar por lo que te da la luz natural de cada lugar, sobre todo si estás viajando. Para el skate a veces me es difícil despegarme del flash, ya que es una herramienta muy útil a la hora de iluminar y separar al sujeto del fondo. Pero creo que últimamente estoy optando por dejar el flash de lado, jugar con la luz ambiente, y ver qué sucede.

Agustin Paschetta, NYC

Cuando fotografías skate, ¿Cómo llevas a cabo el proceso de esperar entre toma y toma? ¿Qué haces en esos momentos, en ese momento de suspenso?

En general esos espacios me inspiran a captar distintos tipos de imágenes que nos rodean, las personas que nos cruzamos, edificios, o retratar a mis amigos en su flow. También intento patinar un poco para mantener el ritmo, aunque cada vez estoy más vago jajaja. 

Hay veces que simplemente tengo la necesidad de estar tranca, echarme a tomar sol y ver cómo patinan los pibes.

Eze Martinez, Diego Juan, Mariano Bertero, Tomas Scichitano
Federico Hazama, kickflip. Buenos Aires

Componer o adaptarse al entorno, ¿Te imaginas una toma de antemano, visualizas algún spot, o es más improvisado?

Cuando vamos directo a hacer un truco en un spot determinado me es inevitable ir maquetando la iluminación y el encuadre, de todas maneras cuando llegas al spot siempre las variables cambian ya sea por la luz u obstáculos que vas encontrando. Pero trato de ir con una idea en la cabeza. Cuando no se me viene nada a la mente de antemano, hago todo lo contrario y lo dejó librado al azar.

Las mejores fotos surgen de la espontaneidad, salir a patinar con tus amigos, buscar spots y ver qué pinta. Ahí no hay maquetas, ni planes, es la improvisación del momento.

Santiago Goicochea – Bs As

¿Cómo logras interpretar la personalidad y el estilo de cada skater? ¿Es algo que se da de manera espontánea  o es algo premeditado?

Es algo que se da naturalmente, lo bueno del skate es que cada persona tiene un estilo y una creatividad diferente a la hora de patinar. Diferentes tipos de trucos, diferentes elecciones de spots, diferentes formas de vestir, etc.

Toda esa sinergia se termina reflejando en las imágenes.

Matías More – Bs As

En tus imágenes vemos ciertas reminiscencias a videos de skate de finales de los 90, principios del 2000, ¿Qué videos o skaters te marcaron no solo desde una cuestión técnica o visual como el uso del ojo de pez sino también desde códigos y creencias? ¿Desde ese lado esencial?

Lamentablemente no pude vivir de cerca esa época dorada del skate, soy del 95 y si bien patino desde niño, no descubrí los videos de skate hasta los 13 años.

Creo que los que me marcaron y me transmitieron esos códigos son mis amigos, de muy diferentes edades, de los cuales aprendí y aprendo muchísimo. 

Esos años se vieron marcados por un estilo muy particular, tanto en video como en fotografía. La técnica y las texturas eran muy diferentes a las de ahora, más desprolijas quizás, pero auténticas. Las cámaras de cinta (Sony Vx), la fotografía analógica con emulsiones vencidas, la velocidad de obturación baja y los flashes entrando a cuadro. Era una época de experimentación. Los tiempos de producción eran otros, todo era más lento y laborioso. Pero así también el contenido tenía otro valor. Hoy en la era digital todo es instantáneo, efímero, y se perdió un poco la magia.

Actualmente tenemos un proyecto con tres amigos que vivieron en esos años: Delivery Buenos Aires. Se trata de una productora / marca que busca rescatar lo mejor de esos tiempos adaptándolos a los de ahora. Salir a patinar la calle con amigos, producir material en video y foto con herramientas y técnicas de esa época, rescatar esas texturas. También intentamos presentar nuestras producciones proyectándolas en vivo, realizar exposiciones y publicar el material en revistas impresas. 

Sígannos en Instagram para conocer el proyecto: @deliverybuenosaires

¿Cómo se involucran los skaters en tu proceso creativo? ¿Notas que algunos se meten más en el proceso que otros o se interesan desde un punto estético además de hacer el truco?

Si! Es genial cuando eso pasa. A veces el skater viene con ideas o referencias que aportan significativamente al proceso, la mayoría de los patinadores tienen una visión muy fresca del ángulo desde cual el truco se puede ver increíble, hay que ser abierto a esos consejos. Producir contenido de skate es un trabajo en equipo, tanto del skater como del filmador y el fotógrafo, es bueno charlar entre los 3 sobre los posibles ángulos y estéticas a trabajar.

Amadeo Zago, Bs As

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en la ‘31 Escuela de Skate’? ¿Podrías contarnos un poco acerca de este proyecto?

’31 Escuela de skate’ es un proyecto que surgió como necesidad de continuar las clases de skate en la Villa 31. Estas fueron iniciadas por una marca privada, que por motivos económicos, no pudo continuar con el proyecto. Harrison Glen Williams, que en ese momento era diseñador para la marca, se hizo cargo de la escuela en forma voluntaria.

La cantidad de niñxs queriendo aprender creció exponencialmente. Me convocó para que le de una mano y empezamos a difundir la escuela para conseguir más voluntarios. Hoy somos un equipo de 10 voluntarixs que llevamos adelante el proyecto, de forma auto-gestionada, con ayuda de la gente, de La Casa de la Cultura, emplazada dentro del predio, y de las marcas que quieran aportar al mismo.

Las clases las damos de 10 a 12 en la manzana 99, donde está la cancha Ledesma, una cancha de fútbol con un piso perfecto, y a la vuelta está el bowl construido por el Gobierno de la Ciudad. Tenemos alrededor de 40 alumnxs de entre 3 a 16 años y les prestamos los skates que logramos armar gracias a donaciones de la gente.

Es una experiencia muy gratificante, ya que como sabemos el skate no es tan solo un deporte, es una cultura y tiene muchas aristas. Eso genera un gran crecimiento personal en los chicos, que se empezaron a conectar con el arte, el dibujo, la fotografía y con valores como la amistad, solidaridad y perseverancia.

El cambio en lxs niñxs es notable, algunos en los primeros días eran muy violentos y a través de las clases están canalizando toda esa violencia en energía creativa para patinar. Es notable el cambio que se va produciendo en el carácter de lxs niñxs con el avance de las clases, viendo cómo sus energías se canalizan en forma creativa y positiva para ellos y su medio. Es muy esperanzador ver cómo algo tan simple como una tabla de madera con ruedas le puede cambiar la vida a lxs pibes, dándoles una herramienta para crecer.

Además de la escuela periódicamente hacemos actividades tales como talleres de dibujo y fotografía, salidas a skateparks y eventos especiales donde se acercan los padres y vecinos del barrio a compartir la tarde.

Pueden seguir el proyecto en instagram: @31escueladeskate

"Es muy esperanzador ver cómo algo tan simple como una tabla de madera con ruedas le puede cambiar la vida a lxs pibes, dándoles una herramienta para crecer". ― Kevin Enis

¿Cómo hacer que el skate sea un deporte más accesible, o que llegue a más personas, desde la industria y desde los actores?

El skate como yo lo miro no tiene reglas, se trata de expresarse en el entorno, divertirse y reinventar el espacio urbano, sin competir con los demás. ¿Es una actividad física? Sí, pero es mucho más que un "deporte" en un sentido estricto, es una herramienta poderosa que tenemos para acercársela a lxs pibes, a los que menos tienen, porque les vamos a estar brindado muchísimas oportunidades, tanto "deportivas" como artísticas y culturales.

Rafael Torres, Villa 31

Sería un sueño logrado poder replicar el modelo que tenemos en la villa 31 en otros barrios de emergencia de Argentina. Crear estos semilleros son una buena manera de volver al skate más accesible y más plural.

Esto quizás no dependa tanto de la industria, sino de los mismos skaters. La industria tarde o temprano se va a mover de acuerdo a los actores.

Kevin Enis, retrato tomado por Roman. Villa 31

¿Qué es ser humano para vos?

Equivocarse, aprender y seguir intentando.

Christian Bica. Bs As

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Entrevista por Mariano Giménez y Juan Cruz Molas y Molas
Fotografías cortesía de Kevin Enis​


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