ELIAN CHALI

Casi todos los días, con lluvia o con sol, con frío o con calor, salía de su casa para caminar por la ciudad, sin dirigirse a ningún lugar concreto, sino simplemente donde le llevaran sus piernas. Córdoba es un espacio inagotable, un laberinto de interminables pasos y, por muy lejos que fuera, por muy bien que llegase a conocer sus barrios y calles, Elian siempre sentía que había algo más. Perdido no sólo en la ciudad, sino también en la actividad juvenil de estar perdido dentro de sí mismo. Entregándose al movimiento de las calles, reduciéndose a un ojo que ve, lograba escapar a la obligación de pensar. Y eso, más que nada le daba cierta paz, cierta luz. El mundo estaba fuera de él, a su alrededor, delante de él. El movimiento era lo esencial, el acto de poner un pie delante de otro y permitirse seguir el rumbo de su propio cuerpo. Y esto, en última instancia, era lo único que pedía a las cosas: no estar en ningún sitio, y estar en todos. La ciudad era el Hábitat que había construido, su mente su hogar y lo que piensa su mundo.

Elian Chali en exclusivo con Subterráneo.


¿Cómo te iniciaste en el circuito del arte?

El primer contacto que tuve con la pintura fue con unos aerosoles que había comprado en una ferretería a la vuelta de mi casa, pinté en la esquina en un baldío, cuando me metí estaba cagadazo, estuve pintando durante un rato, y ahí realicé mi primera cosa. Cuando lo hice y lo vi finalizado y vi que el resultado no era tan malo me pegué un entusiasmo, que creo que fue dado por la adrenalina, que además de ser sumamente adictiva, es como muy tajante y te pide más, ¿no? Creo que eso fue clave. Me lo re acuerdo al momento, lo puedo traer a mi cuerpo en un segundo, y eso habrá sido como a los 15 años. Empecé a los 15 años a pintar, como hinchando los huevos, bueno, hoy también lo hago hinchando los huevos pero con un poquito más de seriedad. Fue una cosa muy seductora, no me había pasado, no había nada que me había enganchado tanto de pendejo como eso, las cosas que me gustan las sigo manteniendo, mi relación con el arte. Otra es la música y la cultura y la actitud que llevo, es algo que lo mantengo, a los 15 estaba escuchando Valentín Alsina de 2 minutos y ayer lo puse también. No quiero ser tan romántico o tan anticuado pero siento que hay una edad en la que ciertas cosas me determinaron como forma de pensar y sobre todo como forma de hacer y eso lo mantengo hasta hoy, creo que va a durar para siempre, de hecho es lo único que tengo, que es la actitud.

¿Y eso cómo se relaciona con tu entorno familiar?

Bueno, mis dos viejos son abogados, mis hermanos trabajan en un rubro muy específico, no hay nadie relacionado al arte, yo soy el más chico, entonces siempre me crié en una casa de gente grande. Antes que nada vengo de una familia con una mentalidad horizontal, no hay una jerarquía planteada en la que la palabra de mi viejo es superior y la mía inferior, yo como siendo el hijo más chico. Entonces creo que me ha determinado la libertad de la familia, la forma en la que concebimos esa estructura me marcó mucho. También por el eterno amor y el eterno apoyo, que perdura hasta hoy, y no sé si entienden lo que yo hago, pero bueno, es el mecanismo del amor idiota, uno quiere sin entender por qué, y bueno, obviamente eso está re presente en mi familia y ayuda mucho.

Por ahí las cosas de las que me he curtido me han dado lugar mis hermanos, por el hecho de habitar el barrio, la pandilla, y la música, sobre todo, ha sido heredado de ellos. Pero hay una construcción de los intereses culturales que me parece que es un camino un poquito más individual, pero sin duda ellos han alimentado la actitud con la que observo y consumo y absorbo esos gustos. Un poco para entenderlo es que ellos me han ayudado a configurar la pasión, mi familia.

"Para mí a los hobbistas hay que matarlos, el hobbie es la decadencia del humano" Elian Chali.

¿Siempre tuviste desde niño una inclinación artística o fue algo estilo… faaa!! me cayó esta lata como la espada Excálibur?

En realidad lo que me dicen mis viejos, mi familia, mi entorno, que me conoce desde que nací, es que yo siempre tuve un lado expresivo muy desarrollado y sobre todo la capacidad de decisión; mi vieja me dice que desde que soy muy chico yo decido, y ese temperamento es típico de los artistas, el tomar las decisiones. Entonces yo creo que viene por ahí, no tengo una formación, o me han alentado a que vaya a estudiar plástica, pero sí relacionado a la música. Fui unos años a una escuela secundaria con inclinación musical, entonces quizá el lado expresivo se me activa por ese lado, pero no sé. Si yo hubiera desarrollado mi vida y el arte hubiese estado inmerso en ella creo que hoy sería de la misma forma. Haría mi vida y aun así con arte. Pero al venir tan de golpe, mi vida se transformó en eso. Para mí a los hobbistas hay que matarlos, el hobbie es la decadencia del humano.

¿Por qué decís eso?

El hobbie es la decadencia del humano. Lo mantengo y lo sostengo y lo quiero llevar hasta el día que me muera. Laburás de 8 a 6, cuando metes el auto a tu casa, cocinas para los hijos y cuando terminas de lavar todos los platos… ¿recién te metes a tu taller a pintar los autitos que es lo que te apasiona? ¿cómo vas a dejar la pasión para el último? ¿cómo relegar lo que te gusta a un papel secundario? Para mi hay que hacer lo que uno quiere, siente y vive todos los días. Un poco eso lo diseña la pretensión de vida que plantea el capitalismo. Tenemos que vivir a tope todo el tiempo, entonces quizá tener una vida más austera haciendo lo que nos gusta no es válido. Nosotros tenemos que tener el mejor auto, el mejor teléfono, la mejor chica, y nuestros hijos tienen que estudiar en el colegio más caro… entonces esa mentalidad clasista hace que uno deje de lado lo que le motiva porqué no tiene feedback económico.

Hay que matar a los hobbistas, a los ídolos, a los héroes.

¿Cómo fue ese click cualitativo entre el acto lúdico adolescente a  profesional artista?

Me pasó que cuando estaba estudiando, yo estudié diseño gráfico, quería desarrollarme en una carrera que me de posibilidad de sostenerme a lo largo de mi vida y paralelamente, como si fuera una gema que yo cuido en una caja de cristal, mantener esta relación con el arte o lo que yo hacía en la calle, o sea… yo estaba queriendo formarme como hobbista. Estaba forzando algo que hoy creo que es equívoco. Y no pude, no me salió, no podía laburar como diseñador gráfico, y como artista iban saliendo cada vez más cosas y me sumergí en eso y me fue llevando para ese lado, no lo pude controlar. De hecho, al no tener formación como artista hay muchas cosas que las laburo 50 veces más porque no las sé hacer y lo hago a mi manera. Entonces no hubo un crack, no hubo un… ¡Mirá! ¡Hoy soy profesional! Sino que siempre fue pasando. También el ámbito profesional se asocia mucho a la actividad académica, al universitario… y yo medio que estoy en contra de eso, yo quiero considerarme artista si lo que me vuelve o no profesional son mis capacidades para desenvolverme en ciertas circunstancias pero no quiero tener en la espalda el título o el rótulo de profesional. Tampoco de amateur o de principiante, no quiero encapsularme en esas jerarquías.

¿Qué perspectiva te da conocer tantos lugares, ciudades, países?

Cuando viajé por primera vez me di cuenta que lo que quería hacer era conocer el mundo, descubrir el mundo… que es una locura. Tuve que configurar una estrategia que me lo permita hacer y que no dependa de mi capacidad económica, y con mi trabajo me pareció lo más honesto, lo más genuino, auténtico, pero más allá de que esa posibilidad se dio a fruto de mucha disciplina y voluntad,  no me di cuenta de que lo hice de una forma muy interesante porque conocer el mundo trabajando no es lo mismo que conocer el mundo de turista, no es lo mismo que conocer el mundo de luna de miel, cada forma de viajar te da impactos diferentes. Creo que al entender que mi trabajo se nutre cien por ciento del contexto es casi como la influencia principal. Lo que generó esta posibilidad de viajar tanto ha sido sumarme de antenas en las cuales empiezo a percibir y aprendo a interpretar lo que me rodea muchísimo más. Creo que estoy muchísimo más permeable a lo que sucede, a lo cercano, me enamora cada vez más el lugar común, me siento cada vez más cómodo en casa, tengo cada vez menos pretensiones, me simplifica, porque encontré la magia en el lugar más simple. Después, chupar diferentes culturas, diferentes idiomas, diferentes comidas, y ver espacios naturales o creados por el hombre alucinantes son una buena experiencia pero siempre pienso cómo eso lo decodifico o mejor dicho en vez de decodificar, como lo encripto en mis construcciones personales. En esa lógica me doy cuenta que lo que más me seduce es lo más simple, lo bello vivido… que puede ser compartir una taza de té, que puede ser acá o en cualquier lugar del mundo.

¿Cuáles son tus influencias y referentes?

Pienso que a lo largo de la vida, incluso entendiendo la vida como una semana, a lo largo de la semana, te pueden influir diferentes cosas. Los gustos van cambiando, como humanos somos orgánicos y nos vamos adaptando a una cantidad de cosas que absorbemos. No tengo una influencia en concreto hoy, te puedo decir… me gusta tal artista, escucho tal disco… pero no sé si es algo que pueda tomarse como absoluto, lo que me gustaba hace 5 años hoy no me gusta más y prefiero respetarlo. Entonces si te tengo que responder cuáles son mis influencias te digo que mi influencia principal es mi motivación. Lo que más me influye es mi motivación, yo después dejo que la máquina que me motiva trabaje sola. Y si pienso en referentes, me gusta entender que tengo como a mis héroes cerca, a mis amigos que tengo la posibilidad de consultarlos, a los héroes cerca que la luchan todos los días, a mi familia, mi gente. Yo a eso lo veo como héroe, como referente. Hay algunas personas que me han tirado mucha onda o me han encaminado respecto a mi laburo y muchas veces no tienen relación con el arte, un tipo que viene de la militancia tal vez me influye más para crear que un artista y trato de dejar que la misma experiencia sea lo que me atraviesa independientemente que sea alguien de mi rubro. Puede ser una charla que te determine como persona como puede ser con un abogado, que se yo. Una discusión, una pelea puede ser.  La forma, el proceso de influencia, me parece que es más abstracto de lo que nosotros lo pensamos o lo pretendemos, lo mismo con la inspiración, ¿no?

Y con respecto a la militancia y este tipo de actitudes o formas, ¿Cómo se relaciona eso a tu instalación en la muestra de Kosovo en el museo Caraffa?

Lo que estoy mostrando actualmente en el museo junto a la muestra colectiva en la que estoy participando, curada por Kosovo, es un costado como artista que quiero develar un poco más, mejor dicho evidenciarlo. Son los hechos discursivos y la relación con la acción que puede ser la obra misma  tenga un nivel de coherencia más fino. Yo como persona al haber crecido en una familia donde lo político e ideológico es algo muy fresco y discutido en la mesa, siempre estuve en ese costado de pensar. Trabajo en un espacio que es bastante discutible que es la Ciudad, entonces creo que hay un interés en desarrollar un cuerpo de obra que se relacione con mi costado ideológico. Lo del museo es la primera prueba.

Lo que me interesa del mecanismo activado es el abandono de la estética, es algo que en mis trabajos anteriores está muy presente, entonces mi obra toma una postura frente al espectador bastante irruptiva que pienso que los artistas tienen que arriesgar frente a eso. Siento que es un nuevo yo, ya no puedo ser inocente frente a algunas cosas y como artista tengo que comprender mi motivación. Espero que se entienda toda esta galleta que estoy diciendo.

Obra en "Pioneros de un viaje a ningún lado" – Kosovo Gallery – Museo Emilio Caraffa (Córdoba, Argentina)

¿Dónde es el hogar para vos?

En mi corazón, es así. Normalmente mi respuesta podría ser Córdoba, o podría ser mi casa, o podría ser dónde mi mamá cocina, pero me parece que no está asociado con un espacio, no es una lógica espacial, está relacionado con muchas construcciones, entre ellas donde está tu gente, y creo que a donde vaya con el grupo de gente que quiero yo voy a sentirme como en casa.

¿En qué cree Elian?

Uf, soy un tipo bastante escéptico, yo estoy en la tierra aunque crea que existen muchas cosas y doy lugar a que suceda, el credo lo tengo bastante cerca pero no solo en lo que veo, es difícil de definir, creo mucho en mi voluntad, es lo que me levanta todos los días, es lo único que tengo. No creo ni en mis ideas, mirá lo que te digo, me quiero desafiar porque muchas veces el juego, el enrosque, la seducción y las trampas mentales son fuertísimas, y yo vengo con un montón de cosas heredadas al igual que vos, al igual que él. Todo es aprendido y con tanta presión por lo cultural y lo evidentemente social, yo no sé si mis ideas son mías o son impuestas. Creo en mi voluntad, lo que me levanta de la cama y por suerte no es un horario.

¿Qué expectativas como ser humano, qué anhelos con tu obra, qué deseos, qué utopías?

Esta entrevista me resulta un trabajo terapéutico, me siento en el diván y yo mismo me estoy analizando, espero no acuchillarme esta noche.

Puedo tener algunos deseos utópicos que sé que nunca se van a realizar como la paz mundial, algo tan ridículo, tan efímero, ni siquiera sé si quiero la paz mundial, es simplemente un ejemplo. No te puedo decir cual es el final, solamente te puedo decir la forma en que lo quiero transitar, el anhelo final es como develar el truco del mago, algo me va motivando y no tengo poder de decisión sobre eso. El cuerpo y la cabeza toman decisiones y actúan, avanzan o retroceden y yo no lo puedo controlar, entonces la utopía o el anhelo además de ser un sueño es una posible forma que me gustaría que me sucedan las cosas.  Entre la justicia social, la ciudad en la que vivo o la forma en la que se trata a la mujer son ideas de lo racional, me parece que hay algo más fuerte que eso que no lo quiero decodificar, quiero que quede librado al azar de buscarlo. No sé cual es la luz al final de túnel como si fuera una cosa medio sacro religioso, yo sé que quiero pasar por ese túnel y nada más. Fue una buena forma de evadirte la pregunta.

Cada vez veo que los murales son más grandes, siento que esto va intrínsecamente relacionado con el Street art ¿Por qué?  

Pura egolatría, los artistas que se mueven dentro del Street Art consideran una característica irrefutable la escala o la dimensión, puede tener una justificación desde el costado escala ciudad, pero tampoco genera un diálogo como discusión que justifique esa impronta, la verdad no lo sé, estoy un poco descreído sobre eso, no creo que la característica más interesante de trabajar en la ciudad sea el tamaño, me parece más interesante la búsqueda del sitio específico como complemento de la obra, más que la escala, digo, si vas a pintar un muro gigante en el medio de la nada no cumple otra función que fotográfico, por ahí haciendo una intervención más pequeña en un lugar transitado funciona más, la escala está muy sobrevalorada. Los artistas que mejor les va son los que pintan más grande y es ridículo que la obra se valga solo por monumentalidad, es muy humano, mientras más grande mejor, al diablo con eso, básico.  Claro que en eso hay competitividad, por supuesto.

En la carrera del capitalismo todos quieren buscar destacarse y si la escala es un factor valorado, obviamente todos van a querer pintar más grande. Me gustan los artistas que trabajan en diferentes formatos, cada obra exige un determinado lenguaje. 

¿Cómo ves actualmente a tu ciudad, Córdoba, artísticamente, culturalmente?

Yo conozco artistas que no doblegan, no claudican por nada y mantienen una postura frente a todo bastante fuerte, eso me hace creer y tener esperanza. Como todo circuito y en una ciudad donde viven cuatro millones de personas, conviven  todos los matices que te puedas imaginar. Creo más en los actores de la cultura que en la cultura, me parece medio heterogéneo ya que funciona todo un poquito dividido, tendría que haber un mecano que logre amalgamar, una levadura que logre pegar todo eso. Si sucede o no es responsabilidad de sus propios actores, pero hay gente que está haciendo cosas muy buenas tratando de superar la idiosincrasia conservadora de Córdoba. Es un ejercicio que como cordobeses deberíamos practicar día a día. Me gusta la situación que atraviesa la ciudad, hay lindos problemas para resolver.

Cuándo no estás creando, sacando fotos, diseñando o programando cosas ¿Qué hace Elian? 

Durmiendo, me dedico a eso todo el día. No, mentira, vamos a responder bien. Creo que al igual que el concepto que plantea el orden laboral diseñado por el capitalismo, son mentiras para ablandar la esclavitud horrible en la que vivimos, si tengo tiempo libre se me viene el tormento de cosas para pensar y siempre está relacionado con lo mismo. Me gusta estar con mis amigos, tomar mate con mi vieja, lo normal.

Me parece un mecanismo, un switch del trabajo esclavo, una mentira. Estar todo el año laburando como un conejo para que los 15 días libres que tengo me gaste toda la plata derritiéndome, fritándome el cerebro en una playa y que me estén sacando la plata por una caipirinha, no sé, me parece patético. Yo nunca lo hice y nunca lo voy a hacer en mi vida, pero yo lo veo desde afuera, me parece un espanto, si no se anestecian, si no hay un clona, un ribo, algo que los baje están con todo el ¡FFFFFF! la efervescencia del trabajo… no sé si se puede descansar. Y cuando empezás a descansar ya se te pasaron las vacaciones… de vuelta a la máquina… que patético, ¿no? Y eso nos enseñan que es lo correcto. Es todo cultural.

Años atrás, cuando agarraste esa primera lata, o mejor dicho, antes de eso… ¿Pensaste en algún momento que te esperaban grandes cosas?

Cuando tenía 15 años quería tener un kiosco en Juniors, que es el barrio donde crecí. Imaginate las aspiraciones bizarras que tenía… y… me imaginaba, taba todo el día escuchando al Mosca de 2 minutos, quería tener un kiosco y tomar birra en la calle viste…

Todo esto de ahora no lo puedo creer, sigo sin creerlo, conozco más de 20 países.

¿La única motivación va a ser el pan? A mí no me motiva qué comer, ni tener 10 casas, ni tener una cámara, una computadora, o viajar, hay otra cosa que me motiva… soy así, tengo ganas de hacer, tengo ganas de crear.

A mí me hincha mucho las pelotas que el sistema matemáticamente te apague eso, la voluntad.

¿El capitalismo qué plantea como lujo? ¿Qué es lo que puede elegir la clase privilegiada? Un poco lo que plantea el capitalismo es que el lujo es poder elegir, entre un samsung o este iphone, y el poder de elección es totalmente patético porque me haces elegir frente a dos opciones dadas, yo lo que quiero es decidir, y lo que yo decido es que no quiero ninguno, pero vos frente a semejante cosa el lujo es decidir, el lujo no es elegir. Por eso digo que es semántico, yo no quiero elegir entre una cosa y otra, quiero decidir, quiero estar un paso antes de lo que vos me estás sirviendo, de lo que yo tengo que comer. Quiero decir, no voy por esta vía, voy por esta, o no voy por ninguna. Vamos a morir siendo parias, y siendo artista,  que es la vida que vivo yo…  ¡También! Salirse de eso es difícil, solo hay que buscar la que te hace feliz. Es terrible. Muy difícil.

¿La responsabilidad de qué ser? ¿Ya tengo que pensar qué quiero ser? Yo lo digo desde una postura cómoda porque yo sé que quiero ser pero yo tengo amigos que no saben que quieren ser, tienen 30, 35 años y están investigando. ¿Por qué tengo que saber? ¿Por qué darte cuenta de cuál es tu pasión? De repente te gusta hacer 10 cosas, y las usas para trabajar, para ser feliz en lo que quieras.

Hay algo que no tiene que ver con un Dios, tiene que ver con una energía motivadora interna.

¿Cómo se relaciona tu vida con el skate? ¿Tuvo algo que ver?

Sí, yo tengo mucha formación de la patineta. La cultura skater me ha marcado mucho, no solamente en una cuestión estética, sino en la forma, en la actitud. El skate tiene un link con el hazlo tú mismo muy fuerte. El Punk y el Skate como combinación me han formado muchísimo, me re siento un artista que viene de ese lugar. La calle, es la calle misma. Al fin y al cabo es una forma de habitar la ciudad, andar en skate, pintar, pateando basureros. ¿Es lo que tenemos que hacer, o no? Es el espacio de todos. Imaginate que podés decir… ah, puedo ir a la casa de un amigo o también podemos encontrarnos en este lugar que hay de todo, pasan chicas, está la gorra, te podés cruzar con otro amigo, estar a la intemperie. Hay que habitar la ciudad, para eso está.


Introducción por Marcio Parks.
Entrevista por Marcio Parks y Juan Cruz Molas y Molas.
Retratos por Juan Cruz Molas y Molas.
(fotografías cortesía de Elian Chali).​
www.elianelian.com.ar


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